El éxito no llega para los que esperan, y no siempre llega para los que trabajan para ello porque no todo el trabajo es trabajo hacia el progreso.
He visto a numerosas personas a lo largo de los años trabajar hasta el cansancio y seguir en una mala situación financiera. Diablos, yo fui uno de ellos durante mucho tiempo.
Por eso es importante trabajar hacia el éxito de la manera correcta- trabajar para progresar y no para mantener.
He aquí una breve lista de consejos rápidos que te ayudarán a priorizar el tipo de trabajo que realizas:
- Preséntate pase lo que pase: si dices que vas a estar en un sitio, estate allí.
- Toma decisiones con rapidez: el tiempo es dinero y al dinero le gusta la rapidez.
- Promueve tus éxitos: si eres capaz de algo, hazlo saber.
- Da más de lo que recibes: no puedes alimentar a alguien con la mano vacía.
- Nunca renuncies, pase lo que pase – nunca fracasarás hasta que te rindas.
- Haz que los acuerdos cerrados sean una prioridad: las negociaciones son una pérdida de tiempo si no terminan con un acuerdo.
- Es mejor hacer algo que no hacer nada: los pequeños movimientos te llevarán más lejos que quedarte quieto.
- Comprométete primero, piensa en el resto después: ponte en marcha y corrige el rumbo una vez que estés en camino.
- Acepta sólo los consejos de los súper exitosos: un pobre no debería decirte cómo ser rico.
- Exígete más a ti mismo que a los demás: la única persona que puede saber lo que quieres y dónde quieres estar eres tú.
- Nadie más puede obligarte a ponerte a trabajar o motivarte para que lo consigas. Una vez que sabes para qué trabajas, lo único que te impide llegar a ese destino eres tú.
¡Sigue trabajando duro!